El Dios que es la Fuente de todo conocimiento transforma vidas por medio de el poder del Espíritu Santo.
Una teología de la Escuela Sabática identifica y explica las suposiciones que fincan la escuela más antigua de la Iglesia Adventista. Dios es la fuente de todo conocimiento que subyace a todas las funciones de la Escuela Sabática. Pablo argumenta que “Porque en él fueron creadas todas las cosas…” (Colosenses 1: 16). Dios no solo creó todas las cosas, Él es el Único capaz de transformar el corazón humano. El Señor declara en Ezequiel 36:26, “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.”  Elena G. De White lo expresó “(Cristo) es la fuente de todo buen impulso. Es el único que puede implantar en el corazón enemistad contra el pecado.” (El Camino a Cristo, p. 26).

El principio recto de la Escuela Sabática en la División Interamericana es “Cuando contemplamos al Redentor, y su luz nos inunda, es cuando vemos la pecaminosidad de nuestro corazón” (El Camino a Cristo, p. 28)